miércoles, 12 de noviembre de 2008

La LGE



Claves para entender la LGE

En los últimos meses, los alumnos secundarios y universitarios han iniciado una serie de protestas, marchas, paros y tomas, con el fin de exigir cambios radicales en la estructura educacional chilena. Dentro de este complejo escenario, el rechazo a la cuestionada Ley General de Educación se ha transformado en un estandarte de lucha estudiantil que muchas personas desconocen.

Uno de los principales temas que ha mantenido a los alumnos de educación superior y media movilizados este año es la Ley General de Educación (LGE), la que se votará próximamente en el Congreso. La LGE se creó en respuesta a la controvertida Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) promulgada en marzo de 1990, la que realza el derecho a la libertad de instrucción y a la libre empresa por encima del acceso igualitario a la formación de los alumnos. Según el Ministerio de Educación, existen ventajas comparativas entre la LGE y la LOCE, ya que esta última es pragmática en principios y fue pensada por el problema del ingreso a las escuelas. Asimismo, se le cataloga de simplista por tener como referente a sólo los tres grandes niveles de educación: básica, media y superior; además de ignorar las transformaciones aceleradas de la sociedad del conocimiento, la globalización y las nuevas tecnologías que influyen en el proceso formativo.Por otra parte, el Gobierno sostiene que el nuevo cuerpo legal busca regular el actual sistema escolar, entregando normas para asegurar un buen servicio educativo y propone una serie de derechos y deberes para fomentar la participación activa dentro del proceso de aprendizaje.La LGE pretende evaluar los estándares en la educación y generar instancias técnicas y pedagógicas para solventar este proyecto. También se promueve la transparencia del sistema exigiendo la publicación y libre acceso a la información de proyectos educativos, resultados académicos, evaluaciones docentes y recursos financieros.En resumen, la orientación de la LGE apunta a corregir la LOCE para terminar con la discriminación y garantizar la calidad de la enseñanza. Más aún, establece un nuevo marco regulatorio para la educación pública y privada, haciendo compatible la libertad de instrucción con el derecho de todos los chilenos a una formación de calidad.Opiniones encontradas En conversación con Universia, la decana de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Erika Himmel, declaró que si bien el proyecto de ley aún puede ser mejorado, existen puntos esenciales que buscan asegurar la institucionalización. “Lo positivo de la LGE es que propone un mayor control de los sostenedores de colegios, evitando que estos se cierren por una mala gestión. También coincido en la necesidad de estudiar la estructura del actual sistema educacional”. Del mismo modo, el presidente de la Federación de Estudiantes de la UC, Felipe Bettancourt, sostuvo que -a pesar de las críticas- es posible encontrar propuestas válidas dentro del proyecto de ley. “La LGE tiene aspectos negativos, pero hay que reconocer que, por ejemplo, la posibilidad de diversificar los proyectos educativos permite a los padres decidir el tipo de educación que quieren para sus hijos, lo cual es rescatable”. Para el presidente de las Instituciones de Educación Particular, Jesús Triguero, “lo bueno de la LGE es que aborda la calidad de los aprendizajes; los derechos y deberes de los estudiantes; y el currículum de los colegios. Lo malo es que no exige mejoras a la educación pública, tema recurrente en las protestas de los alumnos”. Una opinión más radical tiene el vocero del Liceo Enrique Molina, Eduardo Aranda. “Rechazamos la LGE porque no representa los cambios estructurales que se refieren a la desmunicipalización, el fin al lucro en la educación y el término del actual sistema estudiantil”.En respuesta a las inquietudes del alumnado, la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Ursula Schüler, anunció una alternativa a la LGE. “Estamos planteando una iniciativa popular de ley que nazca de los grupos organizados del país y que sea apoyado por el Gobierno”.

¿Qué es el curriculum?



Un currículo o curriculum (en plural curricula) es el conjunto de competencias básicas, objetivos, contenidos, criterios metodológicos y de evaluación que los estudiantes deben alcanzar en un determinado nivel educativo. De modo general, el curriculum responde a las preguntas ¿qué enseñar?, ¿cómo enseñar?, ¿cuándo enseñar? y ¿qué, cómo y cuándo evaluar? El currículo, en el sentido educativo, es el diseño que permite planificar las actividades académicas. Mediante la construcción curricular la institución plasma su concepción de educación . De esta manera, el currículo permite la previsión de las cosas que hemos de hacer para posibilitar la formación de los educandos.

Etimología:
Currículo proviene del latín curriculum, que significa carrera. En sus orígenes el término currículo se entendía en un sentido algo más restringido, pues venía asociado a lo que debía enseñarse en las escuelas, haciendo referencia exclusiva a los contenidos de las disciplinas y al plan de estudios de una determinada materia. Eso es correcto. El curriculum es una construcción desde el saber pedagógico, en cuyo proceso intervienen diferentes fuentes de saberes y conocimientos.
Distinguimos entonces:
fuente epistemológica o disciplinaria
fuente psicopedagógica
fuente sociocultural
La crisis del conductismo, en todas sus formas, al no responder los requerimientos de la época, el error de desarrollar una concepción microfísica del comportamiento humano, subestimando el pensamiento a la actividad consciente del individuo daba lugar a la formación del paradigma cognitivo. Otras propuestas que determinan estas crisis son:
-las críticas de la insuficiencia del asociacionismo
-la interpretación inadecuada del evolucionismo y
-la crisis de la noción de ciencia asumida por los conductistas.
Otros factores que contribuyeron a este hecho son los constantes avances de la ciencia y sobre todo la tecnología que ha ingresado en la era de los ordenadores. Para algunos la teoría de la comunicación, la ciencia de las computadoras, la psicolingüística, etc. habrían conllevado a este desenlace.
La psicología cognitiva es definida por Eisner como el estudio de los procesos mediante los cuales se transforma, red, elabora, recupera y utiliza la información del mundo que el sujeto obtiene en su interpretación de él.
Existen autores que definen el paradigma cognitivo como la actividad mental que se produce a través de representaciones en forma similar al punto de vista computacional; dicho de otro modo, el enfoque del proceso de la información aplicado a la psicología. Esta se basa en dos presupuestos:
*los estados mentales son típicamente representacionales
*los procesos mentales son típicamente computacionales


Creemos que es necesario hacer un deslinde básico entre conductismo, cognoscitivismo y constructivismo, de cómo consideran al conocimiento:
El conductismo concibe el conocimiento fundamentalmente en una respuesta pasiva y automática a factores o estímulos externos que se encuentran en el ambiente. Su fórmula es E ® R (Estímulo –Respuesta).
El cognoscitivismo considera al conocimiento básicamente como representaciones simbólicas en la mente de los individuos.
El constructivismo cree que el conocimiento no es algo fijo y objetivo, sino algo que se construye y, por consiguiente, es una elaboración individual y cambiante. Con frecuencia, el constructivismo también se considera una teoría cognitiva, puesto que postula la existencia de procesos mentales internos, a diferencia de las corrientes conductistas que no la consideran.
El supuesto fundamental del constructivismo es que los seres humanos construyen, a través de la experiencia, su propio conocimiento y no simplemente reciben la información procesada para comprenderla y usarla de inmediato; es necesario crear modelos mentales que pueden ser cambiados, amplificados, reconstruidos y acomodarlos a nuevas situaciones.
El constructivismo, al igual que el conductismo y el cognotivismo, presenta una gran variedad de formas.

El currículo queda de esta manera resumido en 3 instancias las cuales conforman una arquitectura del plan, serían el microplaneamiento que sería la estructura de las clases o cursos, la naturaleza disciplinaria así como la extensión y las profundidades de los contenidos, pasando por el mesoplaneamiento que serían las decisiones con respecto a las áreas y a los ejes curriculares aplicándose los principios de secuencia e integración, para finalmente llegar al macroplaneamiento que será el resultado del proceso de las instancias anteriores, es decir, la composición global del pensum de las asignaturas.

MARCO PARA LA BUENA DIRECCIÒN



El presente documento tiene por objeto difundir un conjunto de estándares para el desarrollo profesional y evaluación del desempeño directivo, insertos en lo que se ha denominado “Marco para la Buena Dirección: Estándares para el Desarrollo Profesional y Evaluación del Desempeño”. Lo que aquí se presenta no constituye una versión acabada de dominios y criterios acerca del quehacer directivo, es más bien una propuesta que requiere ser retroalimentada por sus mismos protagonistas. En ese sentido, este documento -junto con difundir una propuesta ministerial- busca también abrir un nuevo espacio de reflexión del Marco para la Buena Dirección al contener, al final de sus páginas, material para el desarrollo de la Segunda Consulta Nacional a directores de establecimientos. El Ministerio de Educación invita así, a directores y docentes, a pronunciarse respecto de los estándares contenidos en este documento que dicen relación con lo que un director debe hacer o asegurar hacer en el ámbito de gestión de la organización educativa que dirige. De esa manera, en respuesta a las anteriores interrogantes y preocupaciones, la primera sección del presente documento da cuenta del objetivo del Marco de la Buena Dirección, al precisar los fundamentos de su contenido y los aportes posibles del cuerpo de estándares al mejoramiento del desempeño directivo. Asimismo, enuncia las atribuciones de los directores de establecimientos educacionales contenidos en el cuerpo del proyecto de reforma a la Ley JEC.

Objetivo del Marco para la Buena Dirección
Las competencias para la buena dirección tienen fundamento en la necesidad de definir y profesionalizar el rol del director que esperamos encontrar en los establecimientos subvencionados en Chile. En efecto, producto de los vertiginosos cambios que la sociedad vive, en el actual contexto de globalización y considerando la estrategia de desarrollo nacional, se vuelve fundamental la inversión en las personas, ello implica elevar consistentemente lacalidad de la educación de nuestra población. Por otra parte, tales
procesos han incidido en el perfil de los nuevos estudiantes, que además de hacer frente
a necesidades educativas y formativas particulares, demandan metodologías de
enseñanza acordes con los estímulos y realidades cotidianas.
el marco propuesto se estructura en cuatro grandes áreas de desarrollo o ámbitos de acción directivo, a saber: Liderazgo, Gestión Curricular, Gestión de Recursos y Gestión del Clima Institucional y convivencia. De esa manera se releva el hecho que el director es para la sociedad actual el llamado a liderar y dirigir el Proyecto Educativo de su establecimiento, con capacidad de participar en las definiciones pedagógicas, administrativas, financieras y de clima organizacional que se presenten en su comunidad de aprendizaje. En esta estructura, el área de Liderazgo, al considerar actitudes y competencias directivas que coadyuvan al logro de los criterios incluidos en las áreas restantes, se constituye en el dominio motor del Marco para la Buena Dirección.
A continuación se describen cada una de las cuatro áreas de este marco.
Para mayor detalle ver la página oficial del ministerio de educación chileno.